Los ojos y la boca son las partes más sensuales y seductoras del rostro. No en vano, a través de ellos, podemos manifestar nuestras emociones y estados de ánimo.
Tristeza, alegría, cansancio, optimismo o vitalidad pueden transmitirse con una mirada o con una sonrisa. Pero también, son zonas muy delicadas que precisan de un cuidado especial. Además, el maquillaje, que en algunos casos será correctivo, irá en función de si nuestros ojos están muy juntos o muy separados, si son prominentes o están hundidos , si tenemos ojeras o bolsas o si nuestros labios no guardan las proporciones adecuadas y debemos modificarlas.
LOS OJOS
Alrededor de los ojos se producen, unas veces por los gestos otras por la edad, unas arruguitas que es necesario tratar a tiempo. Tengamos en cuenta que la piel de los párpados es la más frágil del organismo. Su espesor es cinco veces más fino que la del resto de la cara y, además, está siempre en movimiento (debido al abrir y cerrar de ojos).También en esta zona la circulación es más dificultosa ya que, de cada tres vasos sanguíneos, sólo trabaja uno. Cuando la circulación de retorno es deficiente, los pigmentos presentes en la sangre se acumulan en la dermis y dan a la piel ese color azulado tan característico al que denominamos ojeras.
Para reafirmar los tejidos y suavizar las líneas del contorno ocular será necesaria la utilización de geles, sueros y ampollas de efecto “lifting” que devolverán la vitalidad y la juventud a nuestros ojos. Además, la piel se volverá más lisa y confortable desapareciendo la sensación de tirantez e incluso las irritaciones. También aportarán un efecto tensor así como una protección ideal para las agresiones del medio ambiente. Su aplicación es muy sencilla ya que se realiza, con unos ligeros toquecitos con las yemas de los dedos, dos veces al día.
Por lo que respecta al maquillaje debéis tener en cuenta las siguientes recomendaciones;
Si vuestros ojos están demasiado juntos tenéis que maquillarlos hacia el exterior con un lápiz, o eyeliner El color de las sombras para párpados debe ser claro e ir difuminándose hacia la zona de la nariz. Tenemos también que depilarnos el nacimiento de las cejas para separarlas y crear un efecto óptico. Si, por el contrario, los ojos están demasiado separados hay que intentar aproximarlos con la utilización de sombras oscuras sobre el párpado superior y no llegando hasta el exterior con el delineador.
Las cejas hay que marcarlas hacia dentro con el fin de acercarlas. Pero si nuestro problema son los ojos hundidos lo más recomendable será que apliquemos una sombra muy clara sobre el párpado y subrayemos, con un trazo muy fino, el borde de las pestañas. No es recomendable utilizar demasiada máscara de pestañas. Si son saltones realizaremos la operación a la inversa, es decir, perfilándolos por el interior con un lápiz negro o marrón y utilizando sombras oscuras, que no tengan brillo y que pueden llegar hasta las cejas. Las pestañas deben llevar mucha máscara para alargar el ojo.
Las ojeras pueden disimularse con un maquillaje más claro que el del resto del rostro o con “antiojeras” especiales. Para las bolsas aplicaremos una sombra ahumada sobre la parte abultada.
LA BOCA
Las comisuras de los labios son también muy delicadas y están expuestas, no sólo a infinidad de movimientos que realizamos al hablar, sino también a las agresiones del medio ambiente como el viento, el frío, el sol o la contaminación y el polvo. Si a esto le añadimos la risa y los gestos tenemos como resultado un envejecimiento prematuro de la piel de la zona.
Las nuevas fórmulas de tratamiento nos presentan texturas muy suaves, sedosas al tacto y que se funden con la piel dejando una fina película que la protege de las agresiones externas a la vez que la proporciona una gran elasticidad. Pero, además de cuidar el contorno bucal, podemos modificar, gracias al maquillaje, la forma y el tamaño de nuestros labios. Por ejemplo: si son muy finos debemos intentar agrandarlos aplicando sobre ellos el mismo “fond de teint” que en el resto de la cara. Tenemos que delinear por fuera su borde natural (sin sobrepasarlo demasiado) con un lápiz del mismo color de la barra que utilicemos después y rellenarlos con un pincel. A continuación procederemos a retirar el exceso de grasa con un papel. Terminaremos la operación aplicando polvos compactos que fijarán el tono.
Si son muy gruesos tenemos que delinearlos por el interior y utilizar colores mates que no sean muy llamativos ni tengan demasiado brillo. Si están algo “arrugados” tenemos que estirarlos, con los dedos pulgar e índice, hacia el exterior. La finalidad es la obtener un trazo nítido con el lápiz que no sobrepase su línea natural. A continuación aplicaremos una pintura que no sea muy grasa para que el maquillaje quede muy nítido.
Por último, si son asimétricos tienes que tomar como referencia el lado más perfecto e intentar igualar la parte más sobresaliente con la parte más delgada. No olvidemos tampoco que si tienen un aspecto reseco tenemos que hidratarlos con cremas y vaselinas especiales y maquillarlos con colores muy brillantes.
RECOMENDAMOS
Vernis a Lévres Vinyl Cream de Yves Saint Laurent
Rouge Laque y Electric Night de Bourjois
Antiojeras de Clarins
Máscara Volume Reveal Adjustable de BOURJOIS
Monsieur Big de lancôme
Delineador Christian Dior
Mar Barbero de Zubillaga