ÉRASE UNA VEZ…


En un lugar muy colorido, tres princesas cargaditas de estilo se divierten mientras esperan ansiosas a que los Reyes Magos hagan su magia…


Ale, Isa y María escribieron su carta y se pusieron sus mejores galas para recibir a sus majestades, los cuales les prometieron que, si se portaban bien, recibirían una recompensa. Pero, hasta que estos llegaron, nuestras princesas encontraron tiempo para divertirse. Eso sí, con mucho glamour.

La música sin duda, fue una de las mejores soluciones.

Ale, que llevaba un vestido de aire romántico, de Armario Lulú, e Isa, que eligió una  festiva cazadora con brillis , tocaban la guitarra y se lo pasaban bomba. María, que optó por un vaporoso vestido con adornos de piedras de colores, decidió probar suerte con el piano. ¡Música, maestro!

A pesar de que se supone que los maniquíes tienen solo una función, las princesas decidieron darle un toque de humor, y le convirtieron en “una más”, posando y jugueteando con sus prendas. ¡Qué manera de hacerles reír, y sin que tuviera que mover ni un sólo músculo!

Espejito, espejito…¿quiénes son las más bellas del reino? Y aunque el espejito les dio la respuesta, ellas decidieron arreglarse para la visita de la realeza… ¡porque para estar mona no hay nunca límites!

Con la bases de maquillaje Everlasting Cushion, Everelasting Compact y Blush Prodige de Clarins, los rostros de las tres princesitas aparecían radiantes pero muy naturales.

Los rojos de labios de Armani y los Rouges de YSL, ponían la nota de pasión en los labios.

Los Eyeliners y perfiladores de Essence, Catrice el colorido y la jovialidad en los párpados, y Monsieur Big de Lancôme la profundidad en la mirada.

Y, con tanto cachondeo, el tiempo pasó tan rápido, tan rápido… ¡que los reyes estaban a punto de llegar!

Las princesas, cansadas, pero más guapas que nunca, se sentaron debajo del árbol de Navidad para recibir su esperada recompensa. Estaban tan nerviosas que no podían parar de reír, y aprovechaban para enseñarse sus  brazaletes intercambiables de Les Georgettes… Pero ¿sabéis lo que se habían pedido en sus cartas?

Dos preciosos relojes de Bering (uno con esfera plateada y otro en negro mate) y otro de Cluse (con esfera dorada y correa verde). Unos preciosos pendientes largos de Diamonfire con circonitas y una pulsera, de la misma firma, con piedras azules y circonitas.

Pero los Reyes Magos, tan aficionados al secretismo, no aparecieron por allí, así que tendremos que esperar a mañana para saber si se cumplieron todas sus peticiones.

¡Felices Reyes!


Mika Mellark


 

Mar Barbero

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Titulada Superior en Danza Clásica y Danza Española por el Real Conservatorio, lleva más de 30 años en el mundo de la Comunicación.

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