(Ojo, contiene spoilers, si no has visto la serie, no leas esto… MÍRATELA YA)
Jai, readers. Hace poco se cumplió un año de la exitosa serie de Netflix 13 Reasons Why, (Por trece razones, en español). Es por eso que he decidido dedicar este post a esta maravillosa serie, ya que aparte de ser una de mis favoritas, creo que tiene un increíble mensaje, y que tanto actores como productores han hecho un gran trabajo. Y porque tengo tantas ganas de una segunda temporada que… ¡YA NO AGUANTO MÁS!
La serie cuenta la historia de Hannah Baker, una joven de diecisiete años que decide quitarse la vida, desde el punto de vista de su amigo (y algo más, jé) Clay Jensen. Antes de morir, Hannah dejó grabadas varias cintas relatando las trece razones por las que decidió suicidarse (de ahí el nombre de la serie, no hace falta ser un lince). 13 Reasons consta de trece capítulos, cada uno dedicado a un personaje que le hizo la vida imposible a Hannah. Además de mostrarse el pasado de la protagonista, también se ve cómo gira el mundo una vez que está muerta, tanto para sus padres como para los motivos que la mataron…
Dejando a un lado resúmenes pesados, me gustaría hablar sobre todo de los personajes, ya que he empatizado mucho con casi todos (excepto con aquellos a los que les lanzaría un sillazo en la cabeza) y creo que los actores, que por cierto eran NADA conocidos, han hecho un trabajo maravilloso.
Empezaré por los dos protagonistas, Hannah y Clay (OTP MÁXIMA, ME LOS COMO, NO SOPORTO QUE HANNAH ESTÉ MUERTA, PRIMER AVISO). A pesar de que generalmente todo el mundo adora a Clay ( cómo no hacerlo si es adsdjdnsjdsdb), hay quienes también aman a Hannah y otros que no la soportan porque afirman que es “una dramática”. Bueeeeeeenoooo…. a mí no me lo parece, de hecho empaticé muchísimo con ella y su historia, y NO SOPORTO QUE ESTÉ MUERTA, SEGUNDO AVISO. Creo además, que lo que le toca vivir ( machismo, pérdidas de “amigos”, acoso…y alguna más que prefiero no nombrar) es algo que por desgracia está demasiado presente hoy en día, y que no deberían pasarse por alto como en la serie.
Con respecto al resto de personajes, he de decir que hay algunos que, a pesar de que se lo hicieron pasar mal a Hannah, simplemente no puedo odiar. Véase Álex, que vale, fue un capullo, pero de los poquitos que de verdad estaba arrepentido y asumía lo que había hecho; Justin y Jessica, que me dan mucha pena (en especial Justin) aunque eso no justifica lo que hicieron. No me olvido de Zach, que me parece que lo que hizo no fue para tanto, y Sheri, que me encanta la verdad. Fue una cobarde, sí, pero… yo la entiendo, ya que en una situación crítica no todos tenemos capacidad de reacción, y entiendo que estuviera muerta de miedo. Tampoco puedo odiar a Ryan porque aunque es un repelente, me mofo con él, y los cortes que le pega a Courtney son TOP.
Los padres de Hannah y Clay, Jeff (qué injusticia más grande…)…también me parecen adorables. Otros simplemente me parecen muy meh (como Tony, que me cae bien, pero me parece muy soso) o Tyler, y hay otros a los que me dan ganas de estamparles la cabeza contra una pared. Siempre con amor. Estos son Courtney y Marcus, que tienen tan poca dignidad que les importa más la reputación que los sentimientos de los demás. Del engendro del infierno asqueroso que se hace llamar Bryce prefiero no comentar nada, qué asco de ser. Y ya acabo con el sin sangre del señor Porter, que de verdad, más inútil no se puede ser. ¿Veis? Si es que están todos tan bien conseguidos que sacan lo peor de mí.
De verdad, esta serie está 100% recomendada ( excepto aquellas personas que hayan pasado por algo similar), consigue transportarte a la vida de cada uno de los protagonistas y tiene muchísima carga emocional. Creo que su éxito está totalmente justificado, y espero que el todopoderoso Netflix nos bendiga con la segunda temporada muy pronto.
Mika Mellark
