CARGA MENTAL

Mar Barbero de Zubillaga

¿Sabes como gestionarla? Desde Petit Bambou, nos dan las claves


“Tengo que prepararme la reunión, escribir el informe y hacer la compra. Que no se me olvide la tutoría del pequeño y, a última hora si me da tiempo, me voy a clase de «spinning» porque llevo tres días diciéndolo y nada”.

Seguro que este monólogo interior lo has dicho más veces de las que te gustaría.

Y es que, tareas, obligaciones y responsabilidades laborales, familiares y personales ocupan a menudo un espacio demasiado grande en la cabeza.

Aunque tradicionalmente se relaciona la carga mental con las mujeres, sobre todo desde la incorporación femenina al ámbito laboral y el hecho habitual de simultanearlo con las responsabilidades de la casa y los hijos, ambos sexos pueden padecerla. Y este peso puede poner en jaque la salud mental.

Belén Colomina, psicóloga, experta en mindfulness y colaboradora de Petit BamBou, explica en qué consiste exactamente:

“Se produce cuando tienes que sostener muchas cosas en la mente, bien porque hay una demanda real del entorno, como cuando tengo que atender muchas gestiones del día a día (trabajo, familia, etc.), bien porque tengo muchas preocupaciones que mantienen mi mente activada todo el tiempo, como cuando aparece un miedo anticipatorio, o cuando tengo pensamientos negativos acerca de mí mismo, de manera que permanezco en estado de alerta”, dice la psicóloga, que también confirma que la situación de crisis económica, la pandemia y los conflictos internacionales actuales han contribuido a aumentar los casos de ansiedad y depresión. “La incertidumbre que vivimos exige tener mejores recursos personales, ya que detona el miedo y es necesario gestionarlo para que no nos sobrepase”.

Muchas veces, el esfuerzo que supone gestionar este peso produce un desgaste mental y también físico que hace que nos encontremos mal, con tendencia bien a la ansiedad, bien a la apatía. Estos son los síntomas más comunes :

  1. Ansiedad. Los síntomas suelen estar más relacionados con la inquietud y la dificultad para parar; puede haber problemas digestivos, alteraciones en el sueño y en el apetito, dolor de cabeza, sensación de alerta constante, rumiación, pensamientos persistentes sobre un mismo tema, tensión muscular y dificultad para concentrarse.
  2. Apatía. Se manifiesta por la falta motivación, todo supone un esfuerzo, desaparece la capacidad de ilusionarse ya que deviene el pensamiento de que “nada bueno va a suceder”. Llega la indefensión aprendida, una falta de contacto con los recursos para afrontarlo. El cuerpo se siente pesado, llega el cansancio y la dificultad para concentrarse, se pierde el apetito.
    Además, existe una predisposición a padecer el problema en mayor o menor medida. En palabras de Belén Colomina, “todos tenemos tendencia a experimentar unas emociones más que otras, es como un patrón medio aprendido, medio heredado genéticamente, en el que vamos configurando cómo interpretamos la realidad y cómo gestionamos las emociones”.

Sus recomendaciones son:

  • Gestiona tu tiempo. “Trata de dedicar un tiempo a cada cosa, de manera que si te descubres pensando en algo que no toca puedas posponerlo para atenderlo luego”.
  • Practica deporte. Ayuda mucho a liberarnos de esa carga en la mente que hemos podido acumular durante el día.
  • Medita. “Entrenar la habilidad mindfulness para permanecer en el presente y aumentar nuestra capacidad de atención nos ayudará a sostenernos en la tarea con la mente calmada. Además, podemos meditar en cualquier contexto”.

La meditación contribuye a tomar distancia de tus propios pensamientos, lo cual te permite cuestionar cuál es la importancia global que puede tener en tu vida, y te ayuda a ajustar la intensidad con la que vives una situación determinada. Es como ver mi vida en conjunto con todas las áreas: familiar, laboral, de salud, etc. y cómo este problema concreto afecta al conjunto”. Ayuda a visualizar que a veces nos quedamos atrapados en un bucle de pensamiento sin que haya una situación realmente mala, y a detectar un pensamiento y dejarlo ir.

“En la medida en la que puedo mantener esa distancia respecto de lo que estoy pensando, puedo gestionarlo mejor sin quedar atrapado en ello y reconocer cuando estoy en un discurso interno negativo, soltarlo y enfocarme en mis objetivos. En definitiva, la meditación contribuye a elegir qué pensamientos atiendo, en qué momento y a dirigir la mente hacia las cosas que realmente son importantes”.

Del 10 al 15 de octubre y con motivo del Día de la Salud Mental, la app de meditación Petit BamBou dará acceso gratuito a los programas de Ansiedad, Estrés, Sueño sereno y Adolescentes.

En total, más de 50 sesiones de meditación para que, quien lo desee, experimente cómo la meditación puede ser un buen recurso (avalado por la ciencia) para cuidar de la salud mental y emocional.

Mar Barbero

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Titulada Superior en Danza Clásica y Danza Española por el Real Conservatorio, lleva más de 30 años en el mundo de la Comunicación.

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