Jelou Readers. Vaya fin de semana más intenso nos ha dado Eurovisión este año, (sin olvidarnos de los memes, que son probablemente lo mejor del festival), aunque, como siempre, España se queda en la fila de los pringados.
Como Eurofan, no puedo evitar ofenderme profundamente cada vez que veo los puestos tan sumamente INJUSTOS (excepto el año pasado con el gallo, ese estaba bien merecido) en los que queda siempre España. Es que no hay manera de acertar. ¿Chica guapa, talentosa, vozarrón? ¡Enviemos a Edurne! Resultado: 21 de 26. ¿Canción en inglés, movida, artista de pies a cabeza? ¡Enviemos a Barei! Resultado: 22 de 26. ¿Parejita feliz, enorme talento, carisma? ¡Enviemos a Almaia! Resultado: 23 de 26.
Por cierto, LAMENTABLE, y digo LAMENTABLE, la puesta en escena. Una cosa es que sea sencilla, y otra cosa es que no haya de fondo absolutamente NADA. Muy mal los organizadores. Se sabe de sobra cómo una buena puesta en escena puede salvarte el culo muchas veces. Y desde luego a nosotros, con la deriva que llevamos, nos viene muy bien.
Y bueno, no olvidemos la canción. A mí ME ENCANTA, pero vamos a decirlo ya, es un tema para la banda sonora de una película Disney, no para un festival en el que prima el espectáculo. Lo del año pasado debió ser un espejismo.La nueva Beyoncé, el vampiro Ucraniano, la gallinita de Israel (merecida ganadora, por cierto), la Merci francesa… se han comido a Almaia. Y me da mucha pena.
Quiero hacer especial mención al que considero mi segundo país, Irlanda, el cual también está muy infravalorado e hizo una actuación sencilla, preciosa, y que también hablaba de la diversidad sexual. Pero como es Irlanda nadie dice nada… Qué inyustisia.
Eso sí, hago una petición formal desde aquí para que el año que viene enviemos a Aitana War. A ver si nos hacen caso de una vez, y conseguimos pasar del puesto 20 en algún momento…
