El huevo es una de las maravillas de la cocina pero, parece que al ser un producto industrial y cotidiano, ha perdido el protagonismo que tenía en la antigüedad
En la década de los 70 y 80 el miedo al colesterol hizo que su consumo se redujera. Descubrimientos actuales nos confirman que efectivamente la yema es rica en grasa pero monoinsaturada y mucho más saludable de lo que pensábamos
Es importante consumirlos lo más frescos posibles. Los antiguos romanos llamaban “huevos de oro” a los puestos en el día, de “plata” a los de la víspera y de “hierro” a los puestos días antes.
Para medir su frescura se introduce el huevo en un vaso con agua y sal. Si el huevo es fresco se va al fondo, si flota a media altura, puede servir solo para prepararlo cocinado en tortilla, revueltos etc., pero si flota en la superficie es mejor no utilizarlo.
Constituyen un alimento completo por sí mismos y son fáciles de digerir. Al cocinarlos es importante la temperatura, si tenéis la posibilidad de cocer un huevo fresco durante una hora a 65º, descubriréis una exquisitez bien sencilla, su textura y sabor es increíble. Para cocinarlos duros y que no se pongan grises en la parte exterior de la yema, cocer 10 minutos y enfriarlos en agua fría para pelarlos con más facilidad.
Los huevos mollets deben cocer cinco minutos y medio. Para escalfarlos mejor hacerlo de uno en uno en un cazo con agua y vinagre. Dejarlos escurrir una vez cuajada la clara.
Para hacerlos pasados por agua, hay que colocarlos en una cuchara y sumergirlos en un cazo con agua hirviendo y sal (es importante que el huevo este a temperatura ambiente) durante 3 minutos para dejarlos cremosos, y cuatro y medio más pasados.
Huevos cocotte con mostaza
Ingredientes
- 1 huevo por comensal
- 1 cucharadita de mostaza para cada huevo
- 1 bote de leche evaporada o un yogurt cremoso
- Sal, pimienta y aceite de oliva
Preparación
Engrasar las cazuelas con un papel de cocina mojado en unas gotas de aceite de oliva.
Poner un huevo en cada cazuela. Colocar una cucharadita de mostaza en cada huevo.
Incorporar una cucharada de leche evaporada. Sazonar con sal y pimienta.
Calentar el horno previamente y poner las cazuelas en el horno al baño maría, durante 6-8 minutos.
Carmen Centeno / Cocina Antiaging