MARIA GALLAND EN NAVIDAD

Mar Barbero de Zubillaga.

La felicidad, un activo más en la rutina “skincare”…


Siempre que se habla del cuidado de la piel, se da mucha importancia a dormir bien, a una alimentación adecuada, al ejercicio físico, etc. pero no se suelen tener en cuenta las emociones.

“Todo lo que sentimos y vivimos se refleja en la piel. El estrés, la irritación, la depresión… hacen daño a la piel, provocan bolsas, ojeras, la apagan, marcan las arrugas, se vuelve más sensible. Sin embargo, hay otra emoción que genera todo lo contrario y nos ayuda a mejorar el aspecto de la piel, nos aporta tersura, luminosidad, vitalidad, colabora en la regeneración de las células… es la felicidad”, explica la experta y directora de formación de la firma parisina en España y Portugal, Yolanda Franco.

Para Madame Maria Galland,

«la belleza única de cada persona en cada etapa de su vida, a cualquier edad, es el equilibrio entre su bienestar físico y mental»

Un enfoque y estilo de vida en plena tendencia actualmente pero que en los años 60 fue realmente revolucionario y estableció nuevos estándares en la industria de la belleza.

En 2024, Maria Galland Paris continúa apostando por esta filosofía y da un paso más. Invita a considerar el cuidado de la piel como una inversión «skinvestment» a largo plazo, dedicándole tiempo en calidad y cantidad. Invertir en uno mismo, «abrazarse» y mirarse al espejo con «cariño», buscando lo que «nos gusta de nuestra piel». «Esto mejora el estado de ánimo y las emociones, algo esencial para tener una piel feliz, bonita y de aspecto saludable”, comenta Yolanda Franco.

Pero ¿Por qué ocurre esto en la piel?

Porque la felicidad genera hormonas positivas como las endorfinas, que se activan al pasear, reír, disfrutar con amigos, y ayudan a disminuir la ansiedad y retrasar los efectos del paso del tiempo, del envejecimiento. La serotonina, la responsable del bienestar conectada a la producción de la vitamina D, se activa haciendo ejercicio, recordando momentos felices y a través del tacto.

“Por eso es tan importante el masaje, claramente un antidepresivo natural. Dedicar tiempo a aplicar el producto cosmético ya sea en cabina o en casa masajeando correctamente la piel, va a ayudar a activar esa hormona de la felicidad y a tener la piel más relajada, bonita, con luminosidad”, añade la experta de la firma parisina.

La melatonina, tan importante para tener un sueño reparador, hace que se active la hormona del crecimiento y el poder de regeneración de las células de la piel durante la noche. La calidad y cantidad del sueño forma también parte de la rutina de belleza. Y la oxitocina, que se estimula con las relaciones con los demás, dar y recibir, un te quiero, un abrazo o abrazarse. Esta hormona regula el cortisol y evita que las células se mueran antes de tiempo.

En este sentido, Yolanda Franco explica la relevancia de este hecho: “De nada sirve que te apliques un producto que active el colágeno y la elastina si tus células están dañadas porque sus telómeros están débiles”.

Para que esto no suceda, Maria Galland Paris propone su línea MILLE, la única que contiene un ingrediente activo, un activador celular, que evita que los telómeros de las células se acorten y se vuelvan más delgados. “De esta manera se consigue que las células vuelvan a funcionar de manera correcta”.

MILLE es la línea más exclusiva de la firma parisina. Gracias a sus ingredientes excepcionales, entre los que destacan la trufa blanca y el oro de 24 quilates, ofrece a la piel hidratación, regeneración, suavidad, firmeza y elasticidad, además de una textura y fragancia muy agradables.

Tratamiento facial global MILLE Sublime Jeunesse:

Una experiencia sensorial que combina la mascarilla 1000 MILLE Le Masque Sublime Jeunesse, con una innovadora textura hidrogel para una difusión profunda de los activos del complejo TOP-CMG a nivel celular, al tiempo que proporciona una increíble sensación de frescor y bienestar a la piel, con un masaje completo de rostro, cuello y escote, que ofrece verdaderos momentos de relajación para el cuerpo y la mente.

¿No te parece un magnífico regalo de Navidad?

Mar Barbero

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Titulada Superior en Danza Clásica y Danza Española por el Real Conservatorio, lleva más de 30 años en el mundo de la Comunicación.

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