MUSTANG OTOÑAL

Mika Mellark.

La firma de calzado y accesorios nos presenta su nueva colección…


En ella encontramos todos los diseños que necesitas para comenzar la temporada otoño/invierno.

Tanto calzado para mujer como para hombre, ya sea botas para los días más fríos, tacones para eventos y ocasiones más elegantes, así como otros diseños aptos para el día a día, desde una quedada con amigos a una jornada de trabajo en la oficina.

Los orígenes de Mustang hay que buscarlos en una ciudad, Elche, que observaba como su industria del calzado, floreciente en otros días, se había ido anquilosando poco a poco. Durante los años 60 surge una generación de nuevos emprendedores en la ciudad, plagados de ideas e ilusión por mejorar una situación social llena de carencias. Pascual Ros fue uno de ellos.

En 1969, Pascual participó en la primera misión comercial española de calzado en los sótanos de la cámara de comercio de la ciudad alemana de Frankfurt. A partir de este momento, comenzó a tejer una serie de relaciones personales que pronto pasarían a convertirse en empresariales, y que marcarían el despegue internacional de la firma.

Consiguió rodearse de personas que supieron manejarse con solvencia en los diferentes mercados y que, sobre todo, lograran que Mustang comenzara a hacerse con un hueco en el escenario europeo del calzado.

Con la incorporación a la compañía de los hijos de Pascual Ros a principios de la década de los 90, se decidió impulsar la marca Mustang a través del producto, centrándose en un público joven y apostando por la notoriedad y el posicionamiento de la marca como medios para conseguir los objetivos de la empresa.

La aparición de un nuevo nicho de mercado en expansión: la clase media adolescente con mayor poder adquisitivo y de decisión de compra, ayudó a conseguir un gran crecimiento durante la segunda mitad de la década de los 90.

Según Pascual Ros, su marca se sustenta sobre tres pilares fundamentales : en primer lugar, el hecho de instaurar una cultura de producto rápido; es decir, el hecho de que el producto estuviese en el momento adecuado en el mercado.

Por otro lado, llegar a lograr una relación de cercanía con el cliente y con los propios trabajadores, que Pascual Ros siempre consideró una familia y que trató de cuidar como tal.

Y por último, la apuesta decidida, una y otra vez, por un proyecto de empresa, que la dotó de un crecimiento sostenible y una solidez de la que goza hoy en día. Todo ello realizado con una fuerte convicción personal del fundador: la de creerse más que nadie su marca, luchando por ella hasta el final y recordando siempre una frase que hizo suya:

“Sin ilusión no hay proyecto”.

Mar Barbero

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Titulada Superior en Danza Clásica y Danza Española por el Real Conservatorio, lleva más de 30 años en el mundo de la Comunicación.

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