SCHIAPARELLI, LUJO TOTAL

Mar Barbero de Zubillaga

Descubrimos su colección más espectacular…


A Elsa Schiaparelli (1890-1973), digna competidora de Coco Chanel, le debemos algunos de los grandes hitos del mundo de la moda. La falda dividida de la tenista española Lilí Alvarez, el traje de baño de punto con cinturón, o sus icónicos sombreros en punta.

Esta colección es un tributo a la magia, pero sobre todo al trabajo que hay tras ella.

La palabra “magia” se usa a menudo cuando hablamos de costura. Pero, detrás de esa magia está la mano y la dedicación humana.

La palabra “costura”, evoca en el imaginario colectivo, delicados bordados, frágiles encajes, faldas confeccionadas con metros de seda y vestidos, tan inofensivamente bellos, como un cuento de hadas. Una visión inmaculada de la época dorada de la costura de los años 50.

Pero, ¿quién dice que esto es lo que debe ser la costura?

En su tercera colección , la firma, quiere desafiar la idea de lo que es la costura, y de lo que debería ser, creando prendas que respeten la tradición, no solo de esta Maison, sino también del arte que se esconde detrás. Además, explora los clichés asociados al género.

Su intención, es crear una casa de costura alternativa, en la que la fantasía no signifique vestidos de princesa o delicados adornos. Aquí, la fantasía está en el interior. En las prendas que te hacen consciente de tu cuerpo, que te hacen pensar en cómo te mueves por el mundo.

Elsa Schiaparelli, su creadora, también había creado piezas que modificaban el cuerpo, pero sus intenciones nunca fueron macabras. Sin embargo, fomentó una exploración, casi infantil, alejada de lo neurótico. Las suyas eran prendas que celebran el placer de pavonearse, es decir, el placer de lucirse.

Comenzaron desechando las siluetas habituales de la costura. Querían escoger piezas que no estuvieran pensadas para ser mostradas en este contexto (pantalones o una chaqueta bomber) e invitar a verlas de una nueva forma.

Por ejemplo, pantalones de piel con cintura elástica o vaqueros reinventados en seda y decorados con los icónicos candados dorados de Schiaparelli.

Los tejidos seda, cuero y tafetán, se unen a terciopelo y neopreno, así como a un vestido drapeado en sinuoso punto.

Aún pareciendo tan irreverente, todo ello es una continuación del legado de la casa y su fundadora.

Elsa Schiaparelli fue una gran técnica que amaba los tejidos, especialmente los más innovadores. Fue la primera costurera que utilizó tejidos sintéticos y  la primera en incorporar cremalleras de plástico en su trabajo. Su ambición era experimentar, desobedecer en todo lo posible en la fabricación, forma, color, e iconografía.

Sin duda, una colección muy transgresora que dará mucho que hablar.

Mar Barbero

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Titulada Superior en Danza Clásica y Danza Española por el Real Conservatorio, lleva más de 30 años en el mundo de la Comunicación.

Sin comentarios

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.