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BACK TO HOGWARTS


¡Feliz otoño, Readers! Aunque ya se nos haya acabado el veranito, esta época del año también tiene un toque especial que hay que saber encontrar. En Mikueva, al menos, nos declaramos fans de esta estación.


Hoy concretamente, por el aniversario de uno de los viajes más mágicos que he hecho en mi vida, quiero dedicar este post a la zona temática de Harry Potter en Orlando, Florida.

Yo creo que no exagero cuando digo que ver el Callejón Diagon por primera vez, después de haber pasado por Londres y de haberme hecho una foto en el Autobús Noctámbulo, fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida. No sé quién será el constructor del parque, pero me declaro fan y le pido matrimonio.

EL CALLEJÓN DIAGON ES EXACTAMENTE IGUAL QUE EL DE LA PELÍCULA. IDÉNTICO. ES UNA AUTÉNTICA PASADA. Está rodeado de tiendecitas pequeñas adorables donde venden un montón de artículos (muy caros, aunque alguno hay que está bien de precio). Entrar en Sortilegios Weasley, Ollivanders o Gringotts  fue como estar en un sueño (por cierto, tanto la atracción del banco como el dragón que escupe fuego REAL son como para hacer un monumento a los constructores, una vez más).

¿Alguien puede nombrarme algo más épico que comer en el Caldero Chorreante? La respuesta es no, y quien lo niegue, MIENTE.

Tampoco hace falta que mencione que casi me desmayo cuando subí al tren a Hogwarts en la estación de King´s Cross, (aunque eso también pudo ser por algún dementor que andaba suelto…).

Pero, sin duda, uno de los momentos más IMPRESIONANTES, INCREÍBLES, EMOCIONANTES Y… ME QUEDO SIN ADJETIVOS…. Fue cuando vi Hogwarts por primera vez. Salir de la estación y ver los cartelitos de Hogsmeade ya era como para ponerse a llorar, pero es que ver el castillo I-D-É-N-T-I-C-O al de las películas… no voy a mentir, me dio un jari.

Si no llega a hacer un calor como para hacer huevos fritos en el suelo, me hubiera puesto el uniforme y la túnica. Eso sí, la varita sí que me la llevé. Nunca recibí mi carta, pero desde luego no me ha hecho falta para sentirme miembro del mundo mágico.

Antes de terminar el post quiero hacer una mención especial a la atracción del castillo de Hogwarts y a la cerveza de mantequilla. QUÉ BUENA ESTÁ MADRE DE DIOS. Eso sí, os diré que esta u os encanta, o la odiáis. Yo tuve suerte y me flipó.

Me gustaría contar mil cosas más, pero me estoy deprimiendo mucho porque QUIERO VOLVER A HOGWARTS, así que prefiero dejar de torturarme y acabar diciendo que visitar el parque merece muchísimo la pena. Incluso los muggles deberían verlo.

Lo bueno de Hogwarts, es que siempre estará ahí para aquellos que más lo necesitan.

 

Mar Barbero

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Titulada Superior en Danza Clásica y Danza Española por el Real Conservatorio, lleva más de 30 años en el mundo de la Comunicación.

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