DESTINO: ROMA


Ciao Readers. Ya llega Mayo, y con él la fantástica época que todos adoramos…

LOS EXÁMENES FINALES, YUJU, SALTEMOS TODOS DE FELICIDAD.

Qué asco de vida, Readers. Lo mal que estamos, y lo poco que nos quejamos.


PERO no todo va a ser tristeza y ganas de morir, porque no hay que olvidar que el verano está a la vuelta de la esquina, y además, tenemos nuevo post de Mikueva Viajera. No os va a hacer aprobar los finales, pero desde luego os hará olvidarlos por…unos minutos.

Hoy es el turno de la que probablemente sea una de las ciudades más bonitas y que más me han gustado de todas a las que he ido, y para hablar de ella debemos viajar a la tierra de la pasta y la pizza. Mi viaje a Roma fue básicamente el primero al que fui exclusivamente para visitar la ciudad, es decir, sin parque temático de por medio como en París. Aunque casi me quedo sin piernas, he de decir que valieron la pena las grandes caminatas.

Roma me pareció una ciudad terriblemente acogedora, y a pesar de estar solo unas horas, ya sentía que la conocía de toda la vida. Por no hablar de sus monumentos: el  coliseo romano es una fantasía, la Fontana di Trevi me dejó tan flipada que me dio hasta pena marcharme, y la Basílica de San Pedro, a pesar de sus interminables escaleras, logró impresionarme bastante. Bellisimo. Especial mención para el museo del Vaticano. De verdad, no soy muy fan de los museos, pero es que el del Vaticano es un espectáculo.

Por desgracia, debo ser objetiva, y decir que aunque Roma es un lugar maravilloso, también tiene sus puntos débiles. Está DEMASIADO sucia, y la verdad, es una pena que la tengan tan mal cuidada porque es una pasada de sitio. Si estando así ya es increíble, no me quiero ni imaginar cómo sería si estuviera limpia. No me sacáis de ahí, avisados quedáis.

Como detalle gracioso, diré que Roma está lleno de chicos guapos( 360 conté yo, todo un récord) y comunicarse es bastante fácil, ya que los italianos o bien saben español, o se les entiende perfectamente cuando intentan hablar en su propio idioma. Punto para los espaguetis. Si es que en el fondo somos países hermanos.

 

Otro punto (que no sé si añadir a cosas negativas o positivas) es la comida. Adoro, y repito ADORO la pasta y la pizza, pero…

ITALIANOS QUERIDOS, ¿POR QUÉ SOLAMENTE COMÉIS ESO?

Imagino que no será lo único que hay en vuestra dieta, pero es que madre mía, por la calle solo leía “pasta, pizza”, “pasta, pizza”, “pasta, pizza”. Que está muy rico, pero chico,variad un poquito.

(Que no se me olvide, los helados y la nutella están como para hacerles un monumento en alguna de las calles, pero por favor, que cambien esos cucuruchos con sabor a cartón y los hagan de galleta como en España).

En definitiva, Roma es una auténtica locura de ciudad: preciosa, con buena comida (sí, poco variada, pero muy buena al fin y al cabo), gente amable y sobre todo, una gran historia detrás de cada esquina. Jé, creo que necesito volver. Pero…no money, no party.

Aunque, quién sabe, en su momento yo también tiré una moneda en la Fontana di Trevi. Esperemos que la tradición también se cumpla conmigo.


Mika Mellark


 

Mar Barbero

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Titulada Superior en Danza Clásica y Danza Española por el Real Conservatorio, lleva más de 30 años en el mundo de la Comunicación.

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