Mika Mellark.
Sus creaciones para la firma francesa, desfilaron en la NYFW al mismo tiempo que creó su propia marca de ropa y, hoy en día, es la directora creativa de su propia empresa
Las tendencias de la moda fluctúan en un continuo vaivén en el que apenas sobreviven más de unos meses en el armario.
Un mundo donde todo parece igual y sobre el que destacan las voces que despuntan por su autenticidad. Así es Maia Curutchet, la directora creativa al frente de la marca SKFK, que arrasa con su concepto en el que redefine la relación entre la moda y la conciencia ambiental en la industria.
Desde sus primeros días en la Universidad de Burdeos, donde estudió Bellas Artes, Maia Curutchet demostró un talento excepcional y una pasión innata por la creatividad. De ahí su incursión en la Alta Costura, colaborando con figuras destacadas como Jacques Bernard para Matières Première y trabajando en piezas de alta costura en asociación con nombres de la talla de Lesage y Chanel. Obras que desfilaron en la New York Fashion Week en 2002 y que marcaron el comienzo de su carrera en la moda.
Ese mismo año también fue testigo del nacimiento de su propia marca, Xibiouz, donde exploró nuevas fronteras creativas y desafió las convenciones establecidas en la industria de la moda. Pero no fue hasta 2007 cuando se sumergió completamente en el mundo de la moda sostenible al asumir la dirección creativa de SKFK.
Bajo su liderazgo, la marca se ha convertido en un faro de innovación y conciencia en la industria en España.
La fusión de sus raíces artísticas con un compromiso profundo con la sostenibilidad y la ética ha dado como resultado una marca que va más allá de las tendencias pasajeras y abraza una perspectiva más profunda y consciente.
Además, su interés por nutrirse de otras culturas se traslada a las colecciones, que presentan referencias a su propia experiencia de crecer como expatriada, atravesando países, escuelas y culturas.
La naturaleza, otro pilar fundamental para la diseñadora, se ha convertido en un componente esencial de las creaciones de la marca, transformando la manera en que entendemos la moda y su impacto en el medio ambiente. Es aquí donde nace un fuerte vínculo con la autenticidad y la sostenibilidad.
Para ella, la moda es más que prendas, es un lugar en el que explorar la identidad de cada uno y crear valores culturales. “Tenemos un propósito: demostrarle a la industria de la moda que el cambio es posible, que nuestros impactos negativos se pueden revertir y que el arte, el diseño y la innovación pueden estar al frente de la moda regenerativa”, afirma.
Su visión trasciende la creación de diseños; es una llamada a una revolución en la forma en que percibimos y consumimos la moda. Su papel en la industria no solo se limita a crear, sino a liderar un movimiento que demuestre que la moda sostenible no solo es posible, sino esencial para el futuro de la industria y del planeta.
