ALIMENTACIÓN Y CÁNCER

MAZY

Comer bien es imprescindible pero, cuando hay cáncer de mama, hay que comer MEJOR


Desde la Fundación Clínica Menorca, la Dra. Elena Soria nos recuerda que la alimentación puede ayudar a paliar los efectos secundarios de la quimioterapia y de la radioterapia.

Según el diccionario de la Lengua Española “alimento” es un conjunto de sustancias que los seres vivos comen o beben para subsistir. Hoy en día podemos considerar al alimento un fármaco en tanto que previene y cura, nos asegura una buena salud. Si nos alimentáramos correctamente desde niños, nuestras células están programadas para que vivamos aproximadamente 140 años. La persona más longeva ha vivido 122 aceptablemente. En la actualidad hay unas 400 personas super-centenarias (más de 110 años)

El doctor belga Thierry Hertogue es una autoridad reconocida internacionalmente en medicina para revertir el envejecimiento y aumentar la esperanza de vida. Es uno de los científicos que apoya la idea de que el envejecimiento se debe principalmente a la deficiencia progresiva de hormonas agravadas por deficiencias nutricionales y un estilo de vida deficiente.

Y es que… ¿Sabías que el alimento está considerado como el primer fármaco de la vida?

Los alimentos pueden prevenir y hasta curar el deterioro celular. Su función principal es la de nutrirnos y mantenernos sanos. Deberíamos evitar la relación  “comer para tener placer”, “comer asociado a momentos emocionales, tristeza, ansiedad, estado anímico bajo…”   

Son necesarios todos los nutrientes y por tanto, todos los grupos de alimentos para vivir realizando una combinación perfecta que nos asegure la alcalinización en cada ingesta, ésto se puede conseguir introduciendo las verduras en cada comida.

Desde el PDV de la curación, el grupo de alimentos más importante  son las verduras por su composición en  fitonutrientes (capsaicinas, saponinas, betalaínas, índoles, triterpenos, órgano sulforados… cada uno con una peculiaridad o particularidad) que son esenciales para prevenir y  curar. Para tener buena salud   hay que comer muchas verduras y muy variadas, evitar dulces (caldo de cultivo de las células neoplásicas o malignas), proteínas, hidratos de carbono y grasas las justas, consiguiendo proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono de absorción lenta; evitando productos refinados  y consumiendo grasas ricas en omega 3 (pescados azules).

Si durante el día se siente ansiedad se podrá tomar almendras naturales o nueces, verduras u hortalizas frescas como el pepino o las zanahorias, fruta con frutos secos, infusiones.

El ayuno intermitente o dietas cetogénicas puede contemplarse en determinadas situaciones. Sin embargo, habría que suprimir los lácteos, sobre todo por su componente proteico. Lo más recomendable es obtener el calcio de otros alimentos.

Para las personas que están o van a ser sometidas a tratamientos de quimio o radio nos comentan que las dietas líquidas favorecen la mayor destrucción de las células malignas.

El día de antes del tratamiento no habría que tomar ningún alimento sólido, preferiblemente solo agua, caldos de verduras o infusiones, con ello limitamos los efectos adversos de muchos tipos de quimioterapia o radioterapia y somos más efectivos sobre las células neoplásicas (a falta de nutrientes, éstas van a captar más y mejor el tratamiento quimioterápico, y por tanto va a ser mayor su destrucción).

Para preservar todos los nutrientes de los alimentos, lo mejor es no cocinarlos a temperaturas altas. Tampoco se deben envolver los alimentos en plástico ya que es mejor conservarlos en recipientes de PP (Polipropileno) o en cristal.

También, el ejercicio es muy importante ya que, uno moderado o leve es muy beneficioso porque aumenta  las defensas y mejora el estado anímico.

La Cámara hiperbárica no es una terapia aún muy conocida, ni tampoco su indicación en personas con cáncer, sin embargo su beneficio es  importante.

Consiste en administrar y por tanto respirar oxígeno a unas determinadas atmósferas de presión. Otras indicaciones de esta técnica es en cirugía, para conseguir una buena y rápida cicatrización, cura de úlceras, sordera súbita, en la enfermedad del buzo (enfermedad de caisson o de descompresión) y en otras patologías.

Mar Barbero

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Titulada Superior en Danza Clásica y Danza Española por el Real Conservatorio, lleva más de 30 años en el mundo de la Comunicación.

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