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Si hay un gesto verdaderamente renovador y que augura un cambio en tu vida, es un buen corte de pelo
Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez, nos da las claves porque decir corte francés es decir, Maison Eduardo Sánchez.
Capaz de enmarcar el rostro a la perfección, es la técnica experta que consigue obtener el corte perfecto para cada persona. “de un tiempo a esta parte cada vez son más las mujeres que buscan un look sencillo, que no requiera mucho tiempo de peinado aunque sin renunciar a los cortes mejor trabajados, de tendencia e incluso rompedores. Y el corte francés se convierte en la mejor herramienta para conseguirlo” nos comenta Eduardo.
Se trata de un trabajo a medida basado en un asesoramiento de imagen a través del visajismo, un análisis de los rasgos del rostro, y la aplicación de su técnica francesa para un resultado personalizado que cumple con las más altas expectativas de sus clientes.
El glamour y la alta peluquería francesa que Eduardo Sánchez y su equipo personifican, se plasman a la perfección en esta técnica.
Es el trabajo maestro capaz de conseguir el corte que más favorece a cada persona, sea un corte de mujer o un corte de hombre. A medida, totalmente personalizado y basado en la experiencia, en unos amplios conocimientos y en el dominio de la técnica.
Estas son las claves del corte francés que utiliza el cabello para acentuar los rasgos en lugar de cubrirlos.
El resultado es un aspecto suave, femenino y muy favorecedor que se puede peinar tan poco o tanto como se quiera.
El corte francés crea un look relajado y sexy con muchas capas invisibles para lograr textura y movimiento. Bob, lob, pixie, una melena midi o cualquier corte masculino se puede trabajar con esta técnica.
El visajismo es el secreto ya que, como cada rostro es distinto, el estudio de las formas y proporciones de la cara, un análisis personalizado de los rasgo, la morfología para determinar qué zonas hay que compensar o potenciar e incluso la personalidad de cada persona son fundamentales para determinar cuál es el corte perfecto.
Un trabajo de corte que se sublima si se combina en perfecta armonía con el color. Porque, al final, se trata de una creación artística.
Para realizarlo, el estilista, de formación francesa, pone al cliente de pie durante el corte de pelo para mirar directamente lo que corta, igual que un pintor miraría directamente un lienzo. El estilo se construye de arriba abajo y se hace para que caiga perfectamente en su sitio como las tejas de un tejado.
Se trata de un proceso de arriba a abajo, creando capas suaves y casi invisibles, se trabaja el cabello al milímetro viendo en todo momento la respuesta del pelo. El propio pelo suele dictar la longitud final.
El resultado es un cabello que se puede lavar y secar al aire, pero tan versátil, que permite trabajar diferentes looks.
Sin ninguna duda, el mejor corte francés lo vas a encontrar en Maison Eduardo Sánchez porque, más allá de ser es un salón de Alta Peluquería, es una filosofía que nace de la pasión y del amor por esta profesión y, por supuesto, de la belleza.
