
MAZY/Fotos: Sergio Arribas y Jorge Jiménez
Paraiso terrenal…
La menor de las Pitiusas afronta 2022 bajo dos innegociables premisas que son las que le han permitido -en pleno siglo XXI- seguir siendo ‘el último paraíso del Mediterráneo’: la seguridad y la sostenibilidad.
La primera es fundamental, en tiempos marcados por la pandemia, para garantizar lo que más ansía el turista a la hora de viajar.
La segunda, una apuesta que la isla balear lleva en práctica desde hace más de una década para hacer compatible el turismo con la protección medioambiental y la calidad de vida.
Ambas cosas, se han conseguido con proyectos como ‘Formentera.eco’ –para regular y reducir la entrada de vehículos-, los puntos de recarga para coches eléctricos o el ‘Save Posidonia Project’, con el que protege su preciado tesoro submarino: la Posidonia oceánica.
Por eso y por su salvaje belleza, esta preciosa isla, fascina y enamora a quienes la visitan cada año.
Capaz de mantenerse inalterable en el tiempo, Formentera es ‘segura y sostenible’, visitémosla!!!